El Universo tiene una manera única de decirte que sigue trabajando en ti. Toma nota del mensaje y sigue el plan trazado.
El universo tiene una forma increíble de decirte que vas por buen camino. Y francamente, esta será una de las particularidades más fantásticas de este proceso y de tu vida consciente. ¿Por qué? Porque al igual que con los milagros, esto será un evento mágico.
Las sincronicidades no tienen por qué ser experiencias trascendentales. Pueden ocurrir en cualquier momento y seguramente serán la respuesta a algo que te preocupa. También podrían ser confirmaciones de una decisión que tomaste.
¿Y qué son? Son una cadena de extraordinarias coincidencias, una secuencia de acontecimientos aparentemente casuales y no conectados, que generan un escenario en el que experimentas algo que eclipsa todo lo demás y que tiene como resultado darte la respuesta única y personal sobre algo que pedías o buscabas.
Un ejemplo sencillo puede ser el que veas una imagen o palabra de manera insistente en diferentes situaciones. Quizás debas prestar atención a ello.
Otras veces puede ser una cadena de eventos más compleja que cambie tu vida. Cuando no me quedaban más que $300 en mi cuenta, le pregunté a Dios si quería que me quedase en Estados Unidos o si debería volver a mi país. No tenía la fe que tengo ahora pero aún así, busqué ayuda en Él. La iglesia estaba cerrada, así que me quedé en las escaleras sentado con los dedos entrelazados, como si estuviera descansando, aunque en realidad estaba rezando.
Me daba vergüenza verme en esa situación y más tener que recurrir a Dios. Le dije que necesitaba una respuesta clara porque había perdido mi trabajo hace un mes y no tenía dinero para el siguiente alquiler, que debía pagar en 20 días más. Era martes. Lo siguiente pasó en 3 días y cambió mi vida para siempre.
El miércoles comenzaron una obra en el edificio y el dueño me dijo que me alojaría en otro apartamento. Me cambié ese día y el jueves me llamaron de un nuevo trabajo en otro estado. El viernes les di mi respuesta aceptando el puesto. Gracias a que me había visto forzado a mudarme a otro apartamento en contra de mi voluntad, el contrato me daba la oportunidad de recuperar mi depósito, cosa que no ocurre nunca si rompes el contrato que dura un año. Con este depósito pude contratar los servicios de una empresa que me trasladó mi pertenencias a otro estado, puesto que yo todavía no podía conducir. La respuesta que buscaba fue clara y asombrado la seguí.
Unos años después, en mi época en la que sí buscaba acercarme a Dios desesperadamente, entré en una librería buscando un libro que me ayudara a comprender mi situación. Yo era el único cliente. En el pasillo de al lado mío, se cayó un libro. Cuando lo recogí, el libro se titulaba Jesús te llama, y fue el que compré.
Las sincronías me han acompañado en momentos clave de mi vida, como un nuevo trabajo o la compra de mi casa, pero también en momentos en los que buscaba una respuesta por parte del Universo. Por ejemplo, ¿qué probabilidades hay que unos días después de una entrevista de trabajo, cuando suena la canción The impossible dream, yo esté pensando en quién será el candidato que resulte ganador y, al levantar la vista, lo primero que ve enfrente mío sea un cartel publicitario con la frase You are victorious (Eres victorioso)?
Sea cual sea el caso, las sincronías son guiños del universo para decirte que está ahí contigo, que te acompaña y te dedica atención.
Por supuesto, esta es una percepción nuestra, porque la Vida te sostiene absolutamente todo el tiempo. Piensa que si Dios dejara de prestarte atención solo un segundo, simplemente no estarías en este mundo.
Las sincronicidades te parecerán más evidentes al principio, cuando todavía haya miedo en muchas áreas de tu vida. Después aprenderás a verlas a menudo, porque cada gesto de la vida te parecerá una pequeña sincronía más y sentirás que todo fluye en armonía.
Las sincronías serán las experiencias mágicas de tu vida. Cada vez que experimento una, me sirve para recordar que me hallo inmerso en una sustancia mágica de energía infinitamente amorosa e inteligente y que si estoy atento y alineado, puedo ver cómo trabaja. Cada sincronía es ese destello divino que podrás advertir porque estás donde tienes que estar, en el momento y lugar adecuados. ¡Siéntete dichoso y agradecido porque es tu atisbo de la magia divina que te envuelve y te guía!
La sincronía te servirá para ser consciente de tu fe. Tu mente catalogará todo el evento de coincidencia e incluso tú tendrás que hacer un esfuerzo para no pensar que todo fue tan solo una coincidencia increíble.
Pero no es tan simple, porque si estás aquí es porque ya intuyes que las coincidencias no existen. Y a pesar de todos los razonamientos para concluir que todo fue una coincidencia, aquí lo que marca la diferencia es lo que sentiste cuando la experimentaste.
Recuerda que todo ocurre en el mundo de las emociones. Es donde tu alma habita y en donde tu consciencia se expande.
Pregúntate por qué fuiste consciente de que estaban ocurriendo unos acontecimientos sincrónicos. ¿Cómo pudiste darte cuenta? ¿Y por qué pensaste que quizás el Universo te estaba dando un mensaje?
¿No te das cuenta? El simple hecho de haber sido consciente te está dando la respuesta. Has sido testigo, no, mejor dicho, experimentaste un evento sincrónico hecho solo para ti, durante el tiempo necesario para que fueras consciente de ello y lo vivieras. Y en el momento en que la idea de sincronía entra en tu mente, te das cuenta de que ese era el propósito, porque las casualidades no existen.
Vivir las sincronías con alegría y emoción te hará disfrutar de la vida y te sentirás alineado con lo divino. Te hará ser más agradecido y lo mejor de todo, aumentará tu fe.
En este punto podrás pensar que es fantasioso tomarse las coincidencias como mensajes divinos, pero quiero aclararte algo. Ocurre justo al revés. Serás consciente de las sincronías en la medida que creas en ellas, si no, todas se te pasarán por alto. Si recuerdas lo que dije sobre cómo cambiar nuestra realidad, esto es lo mismo. Se trata de cambiar nuestra percepción de las cosas y entonces todo cambia. Es así como funciona el Universo. Todo tiene como punto de partida tu consciencia.
Una vez más, no escuches a tu cabeza y deja que lo que sentiste sea tu respuesta. La barrera o el bloqueo a rendirte al mundo de las emociones es una tarea lenta y compleja, porque supone que tu corazón guíe tu vida, sin que prime la lógica.
Recuerda que tú decides en qué mundo vivir y cuál es TU verdad. Emociónate con cada sincronía y ríndete a lo que sientes y a TU experiencia. Ahí es donde vives, ahí es adonde te diriges y ahí es donde serás feliz.